Esta nevera, fue mi nevera de soltera. Estuvo conmigo en el comienzo de mi nuevo proyecto de vida, después de mi divorcio. Pues sí, soy una mujer divorciada… ! Arnaud es mi segundo marido. La primera vez, tenía 19 años. Era jovencita, inocente, blablabla… Un capitulo de mi vida que duró 3 años. A los 23 años, vole sola, por primera vez en mi vida. Me busque un pisito, cerca de Barcelona y volví a empezar. Me compré varios electrodomésticos de segunda mano. Nuevos, pero con una pequeña tara. Invendibles en los comercios convencionales y tesoros en los comercios alternativos. Unos años más tardes, conocí a Arnaud. Juntos, nos mudamos varias veces y esta nevera nos siguió en todas nuestras aventuras, hasta la última. Hoy, mi nevera ha muerto. Justo ahora que el cambio de vida es radical y planeamos nuestra nueva cocina, con nuevos electrodomésticos. Es cómo si hubiera esperado a que estuviéramos listos para irse. Que bonito, no?
Hay varias maneras de “liberar” nuestros viejos aparatos eléctricos. Si todavía funcionan, les podéis dar una segunda vida, haciendo un donativo a Cáritas por ejemplo. No conozco muchos organismos en España dónde poder reciclar los electrodomésticos, pero seguro que hay más de uno. Si están totalmente acabados, siempre están los puntos limpios. Estos organismos, favorecen el empleo y contribuimos al reciclaje. Muchas veces, por ignorancia no tenemos los buenos gestos y vale la pena estar bien informados ! Nuestra nevera, acabo en el punto limpio que tenemos cerca de casa. Quién sabe, a lo mejor vuelve a casa en forma de cafetera ? Besos y feliz semana a todos !


